Ivania Elizabeth Cáceres Galo, de 27 años, falleció el lunes en el Hospital “Lenín Fonseca”, de Managua, a causa de un trauma craneoencefálico severo, producto de la golpiza que presuntamente le propinó su compañero de vida, Ronald Ariel Andrade Ponce, de 24 años.
El subcomisionado Nixon Morán, jefe de la Dirección de Auxilio Judicial de Nueva Segovia, dijo que ahora tipificarán el delito como parricidio, aunque el autor siga prófugo.
“Lo tenemos circulado a nivel nacional y lo hemos reportado a la Interpol (Policía Internacional) por si se trasladó a Honduras u otro país de la región”, indicó.
Celos desmedidos
La mujer fue encontrada por uno de sus hijos, postrada en la cama de la casa donde vivía, en la comarca Buenos Aires.
El niño se asomó para ver por qué la casa estaba cerrada con candado, pero al escuchar un ruido, forzó la entrada y encontró a su madre que sangraba por la nariz y oídos.
Según los vecinos del lugar y la Policía, la infortunada joven llevaba apenas dos meses de convivir con el presunto parricida.
Lo que conocen es que la pareja se enamoró entre los cafetales donde trabajaban como cortadores, como ocurrió en la telenovela “Gaviota”, pero a diferencia de esta, la relación de Cáceres y Andrade finalizó con discusiones y celos desmedidos por parte del varón.
Según Morán, ese sería el móvil del crimen. El hombre utilizó un madero rollizo para golpear a la dama en la cabeza.
(Leoncio Vanegas | END)
Dipilto, Nueva Segovia
El subcomisionado Nixon Morán, jefe de la Dirección de Auxilio Judicial de Nueva Segovia, dijo que ahora tipificarán el delito como parricidio, aunque el autor siga prófugo.
“Lo tenemos circulado a nivel nacional y lo hemos reportado a la Interpol (Policía Internacional) por si se trasladó a Honduras u otro país de la región”, indicó.
Celos desmedidos
La mujer fue encontrada por uno de sus hijos, postrada en la cama de la casa donde vivía, en la comarca Buenos Aires.
El niño se asomó para ver por qué la casa estaba cerrada con candado, pero al escuchar un ruido, forzó la entrada y encontró a su madre que sangraba por la nariz y oídos.
Según los vecinos del lugar y la Policía, la infortunada joven llevaba apenas dos meses de convivir con el presunto parricida.
Lo que conocen es que la pareja se enamoró entre los cafetales donde trabajaban como cortadores, como ocurrió en la telenovela “Gaviota”, pero a diferencia de esta, la relación de Cáceres y Andrade finalizó con discusiones y celos desmedidos por parte del varón.
Según Morán, ese sería el móvil del crimen. El hombre utilizó un madero rollizo para golpear a la dama en la cabeza.
(Leoncio Vanegas | END)
Dipilto, Nueva Segovia