El presunto asesino fue trasladado por la policía nacional al lugar donde sepultó el cadáver de la niña Deyra Sugey Alvarado Larios de 9 años, donde cavó una tumba y la dejó por cuatro días enterrada, después que el día Lunes por la noche asesinara con arma de fuego y luego semi-enterrara los cuerpos de su mamá Sayda Larios y el de su padrastro Vidal Carrasco Moreno a 35 mts de su humilde vivienda en la comunidad de San Francisco en el lugar conocido como la Danta a unos 24 km al suroeste del municipio de Pueblo Nuevo en el departamento de Estelí.
El asesino confeso es originario de la comunidad de los Horcones y su nombre corresponde a José Andrés Casco Hurtado de 35 años de edad y fue llevado hasta el lugar para que indicara el lugar donde había enterrado a la menor, quien confesó que posterior a asesinarla cavó una tumba con un machete y procedió a enterrarla en un lugar montañoso a unos 25 mts de un callejón, en el sector de Buena Vista lugar que pertenece a la Sabana Somoto.
El cuerpo de la niña fue encontrado enterrado a unos 3 km mas adentro en un barranco. Durante el rescate pobladores y familiares de las víctimas enardecidas amenazaban con lincharlo con machetes exigiendo justicia y la pena máxima para José Andrés Casco, producto del forcejeo resultó un Policía lesionado y varias pedradas que recibió el asesino confeso.
Según la médico forense Carla Rosales, la niña murió por golpes contuso y una puñalada que le propinó el asesino perforandole el corazón y el área del pulmón, la policía había encontrado el célular del padrastro de la niña en el mismo lugar donde la había sepultado y esta fue una pista muy importante para esclarecer este triple asesinato, el móvil del hecho fue tipificado "pasional" por la policía.