El boxeador nicaragüense Osmar Bravo cedió este sábado en su pelea de octavos de final en los Juegos Olímpicos de Londres ante el ucraniano Oleksandr Gvozdyk por seis puntos a 18 y quedó eliminado en la división de 81 kilogramos.
Bravo se vio superado por el europeo en los tres asaltos, luego de que los jueces votaran 5-1 en el primer round, 7-3 en el segundo y 6-2 en el tercero.Así, se despidió de Londres la mayor esperanza de nuestro país para acceder al podio.
Bravo se portó valiente ante un hombre que le superaba en estatura, alcance, boxeo y experiencia, y que dominó la pelea a su antojo para llevarse amplio los tres asaltos.
Bravo le dio a Nicaragua la primera victoria en la historia del boxeo de Juegos Olímpicos, al derrotar en primera ronda 16-11 al montenegrino Bosko Draskovic, medallista mundial, para sellar pasaje a octavos de final de los pesos semipesados.
"Me veía con posibilidades de ganar una medalla, pero no pude hacer mi boxeo", se lamentó el pugil oriundo del poblado rural montañoso de Nueva Guinea.
Pese a la derrota, 'El Carpintero' Bravo se ha convertido en un héroe en su pueblo natal, donde los vecinos tiraron voladores y festejaron con alegría su única victoria en este torneo.
"¿Ahora que le digo yo a la gente de mi pueblo?", se lamentó el primer boxeador de su país en conseguir su clasificación a unos Juegos Olímpicos, al ganar medalla de bronce en el Preolímpico de Brasil, en abril pasado.
"Pero nada, ahora lo que toca es prepararme más, para los Centroamericanos del año que viene en mi país. Ahí te aseguro que voy a salir campeón", subrayó Bravo, que a partir de ahora ya no tendrá que entrenar golpeando el asiento de motocicleta que rellenó con aserrín.
