Desde el 21 de junio se reportó la desaparición del nicaragüense Miguel Alcides Centeno. Las autoridades presumen que podría tratarse de uno de los restos hallados.
Un rompecabezas es lo que tratan de armar los agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) ante el hallazgo de una osamenta la cual estaba sepultada en un lote baldío ubicado en Bello Horizonte, Escazú.
Conforme avanzan las investigaciones la versión de que un mexicano y un nicaragüense fueron los enterrados cobra mayor fuerza, sin embargo aún no está definido la verdadera identidad de los restos, pues hasta ayer desde tempranas horas fueron sometidos a exámenes forenses.
Versiones extraoficiales apuntan de que el azteca sería un comunicador, no obstante esto aún no está confirmado; al parecer ambos se vieron involucrados en problemas con un grupo narco, quienes aparentemente los asesinaron en otro sitio y lo enterraron en suelo costarrincense.
Agentes de la sección de Delitos Varios del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) nuevamente se apersonaron la mañana de ayer al lote, en busca de más evidencia, sin embargo no ubicaron más huesos. Los trabajos de exploración en el sitio aún no terminan, ya que se desconoce si en otras partes del terreno hay más restos humanos.
La investigación en torno a este espantoso hallazgo apenas comienza a tomar rumbo. El sitio se mantiene bajo custodia.
Un rompecabezas es lo que tratan de armar los agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) ante el hallazgo de una osamenta la cual estaba sepultada en un lote baldío ubicado en Bello Horizonte, Escazú.
Conforme avanzan las investigaciones la versión de que un mexicano y un nicaragüense fueron los enterrados cobra mayor fuerza, sin embargo aún no está definido la verdadera identidad de los restos, pues hasta ayer desde tempranas horas fueron sometidos a exámenes forenses.
Versiones extraoficiales apuntan de que el azteca sería un comunicador, no obstante esto aún no está confirmado; al parecer ambos se vieron involucrados en problemas con un grupo narco, quienes aparentemente los asesinaron en otro sitio y lo enterraron en suelo costarrincense.
Agentes de la sección de Delitos Varios del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) nuevamente se apersonaron la mañana de ayer al lote, en busca de más evidencia, sin embargo no ubicaron más huesos. Los trabajos de exploración en el sitio aún no terminan, ya que se desconoce si en otras partes del terreno hay más restos humanos.
La investigación en torno a este espantoso hallazgo apenas comienza a tomar rumbo. El sitio se mantiene bajo custodia.
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