La Policía de este departamento ya puso a la orden de la Fiscalía a Juan Ramón Acuña Rodríguez y a su progenitor Zacarías Acuña, quienes serán acusados como autor y coautor del delito de asesinato en perjuicio del comerciante de muebles José Roberto Calderón, de 43 años, encontrado la tarde del sábado en estado de descomposición dentro de un abismo.
Las autoridades policiales encontraron manchas de sangre en la camioneta Toyota, placa JI 2309, propiedad de un vecino, a quien los detenidos le prestaron el vehículo sin saber que lo utilizarían para trasladar el cuerpo de Calderón hacia el precipicio donde pretendían ocultar el crimen.
A pesar de que los Acuñas lavaron el vehículo antes de regresarlo al dueño, dejaron algunas manchas de sangre que fueron descubiertas por peritos policiales este domingo, cuando realizaban la reinspección en la casa de Juan Ramón, donde también encontraron sangre que corresponde al tipo sanguíneo de la víctima.
El comisionado Eddy Peralta, jefe de la Dirección de Auxilio Judicial de la Policía, señaló que a Juan Ramón Acuña le fue ocupado el revólver Browing 9 milímetros --del cual no tenía licencia de portación--, y se presume que fue la que utilizó para darle el disparo por la espalda a Calderón.
La familia doliente reitera que el móvil del crimen fue la deuda de US$6,000 que tenía Juan Ramón Acuña con Calderón, quien le había dado algunos muebles y un vehículo para que los vendiera, pero cuando llegó a cobrar su dinero no regresó con vida.
Las autoridades policiales encontraron manchas de sangre en la camioneta Toyota, placa JI 2309, propiedad de un vecino, a quien los detenidos le prestaron el vehículo sin saber que lo utilizarían para trasladar el cuerpo de Calderón hacia el precipicio donde pretendían ocultar el crimen.
A pesar de que los Acuñas lavaron el vehículo antes de regresarlo al dueño, dejaron algunas manchas de sangre que fueron descubiertas por peritos policiales este domingo, cuando realizaban la reinspección en la casa de Juan Ramón, donde también encontraron sangre que corresponde al tipo sanguíneo de la víctima.
A esta casa, propiedad de Juan Ramón Acuña, es adonde supuestamente llegó José Roberto Calderón a cobrarle la deuda a su victimario. MÁXIMO RUGAMA/ END |
La familia doliente reitera que el móvil del crimen fue la deuda de US$6,000 que tenía Juan Ramón Acuña con Calderón, quien le había dado algunos muebles y un vehículo para que los vendiera, pero cuando llegó a cobrar su dinero no regresó con vida.
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