Ni Garabandal ni Nostradamus. Todas las grandes profecías sobre los papas se han ido desmintiendo... excepto la de San Malaquías. Según ésta, Benedicto XVI es el penúltimo Papa.
Así, y puesto que Nostradamus aventuró que Benedicto XVI moriría asesinado siendo Papa, de momento, la única profecía que podría cumplirse a estas alturas sería la de San Malaquías. De acuerdo con la Profecía de los Papas de este arzobispo irlandés católico del siglo XII, habría 111 papas antes de la llegada de Pedro II el Romano y del fin del mundo. Y según esto, Benedicto XVI es el papa número 111.
En este contexto, el recientemente
elegido Benedicto XVI, sería para San Malaquías, y los estudiosos de sus
textos proféticos, el penúltimo de los Papas dentro del Vaticano, su sucesor, para ellos, sería el Papa del Fin de los Tiempos, El Papa que tendrá que enfrentar los tiempos del Apocalipsis y luchar contra el propio hijo del demonio, el Anticristo.
Según esta profecía, durante el gobierno de Pedro el Romano será la persecución final de la Iglesia Católica, y después la ciudad de Roma será destruida y se acabará con la Iglesia.
Lo cierto es que las profecías de san Malaquías se publicaron en el siglo XVI, lo que en los últimos años ha hecho dudar de que la autoría de las mismas fuera el propio San Malaquías. Según estos libros, el Papa 111 sería el Gloria Olivae (de la gloria del olivo). La orden benedictina recibe el apelativo de olivetana, de ahí que se haya identificado a Benedicto (que tomó el nombre de San Benito) como el Papa 111.
Pero las profecías de Malaquías no sólo hablaban de los papas, también de los antipapas, esto es, los que usurpan el poder pontifical. Muchos antipapas se han hecho de manera fraudulenta con su puesto en períodos de sede vacante, esto es, en el período entre el fallecimiento (o renuncia) de un papa y la elección del siguiente.
Pedro el Romano sería pues, según las profecías de San Malaquías, el último Papa, que adoptaría el nombre del primer Papa de la Iglesia, San Pedro. Su lema sería: "Durante la persecución final de la Santa Iglesia de Roma reinará Pedro el Romano, quien apacentará a su rebaño entre muchas tribulaciones, tras lo cual, la ciudad de las siete colinas será destruida y el Juez Terrible juzgará al pueblo".
Para muchos, la imagen de este Papa,
Pedro el Romano, es la imagen del Sumo Pontífice que tendrá que lidiar
con los problemas del fin del mundo. Otros aseguran que no se trataría
de una profecía del fin del mundo, sino, sobre el fin de la Iglesia
Católica.
Algunas interpretaciones de las profecías de Malaquías hablan de que Pedro II el Romano trasladaría la sede de la Iglesia Católica de Roma a Jerusalén. Y otras, ya rizando el rizo, aseguran que el papel de Pedro II lo podría asumir el cardenal Tarsicio Bertone, que se llama Pietro de segundo nombre de pila. Bertone es secretario de Estado del Vaticano y desde 2007 ha asumido el papel de Camarlengo. Durante el período de Sede Vacante, el cardenal Bertone será Jefe del Estado Vaticano.
es hora de elegir un papa de raza negra, para desatar la psicosis en los idiotas fatalistas creyentes de las profesias de nostradamus.
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