Decía que era un alto ejecutivo de la
cervecería, y que andaba buscando a jóvenes recién egresados de las
carreras de Ciencias Administrativas, para conseguirles empleo
Un sujeto que se hacía pasar como jefe del Departamento de Recursos Humanos de una cervecería, ofrecía puestos de trabajo a cambio de que sus víctimas le entregaran dinero, fue capturado en Estelí.
El sospechoso fue identificado como Ebert Antonio Mejía Obando, de 26 años, quien en un solo día acumuló ocho denuncias por estafa.
Al último que intentó estafar fue a Cristhian Calderón, quien narró que Mejía se presentó con documentación falsa al recinto de la Universidad Internacional de la Integración Regional de América Latina, donde dijo que era un alto ejecutivo de la cervecería, y que andaba buscando a jóvenes recién egresados de las carreras de Ciencias Administrativas, para conseguirles empleo.
Mejía decía que en Nicaragua todas las empresas exigen a los profesionales al menos cinco años de experiencia, pero él tenía “un programa para reivindicar a los jóvenes recién egresados”.
Fue así que con el ánimo de ayudar, el profesor Lester Pérez le proporcionó algunos nombres y direcciones de recién egresados.
Mejía se presentó a la casa de Cristhian Calderón y le dijo que el trabajo estaba seguro, pero como no tenía título tendría problemas; sin embargo, le explicó que por 300 dólares le conseguiría el empleo mediante el cual ganaría 15,000 córdobas por comisiones de ventas.
Atraído por la oferta, la víctima retiró de su cuenta bancaria 200 dólares y se los entregó a Mejía, quien le pidió copia de su cédula de identidad, pero el joven vio que el sujeto estaba nervioso, lo que lo alertó.
Cuando Calderón dio media vuelta, el tipo huyó, pero el universitario lo persiguió y con la ayuda de sus amigos lo capturó y lo entregó a la Policía.
Entre algunos comentarios tras la captura de Ebert, se le sindicaba como “El Zar de las estafas...”
Ante los periodistas Ebert Antonio Mejía admitió el delito y repitió la muletilla de otros delincuentes: “Lo hago porque no tengo trabajo”. Dijo que vive en San Benito y que hasta su captura solo había estafado a dos personas; sin embargo, el capitán Pedro Alexander Roque, primer oficial de investigación de la Dirección Auxilio Judicial de la Policía de Estelí, informó que ya tenía ocho denuncias.
El sospechoso fue identificado como Ebert Antonio Mejía Obando, de 26 años, quien en un solo día acumuló ocho denuncias por estafa.
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Ebert Antonio Mejía. FOTO MÁXIMO RUGAMA / END |
Mejía decía que en Nicaragua todas las empresas exigen a los profesionales al menos cinco años de experiencia, pero él tenía “un programa para reivindicar a los jóvenes recién egresados”.
Fue así que con el ánimo de ayudar, el profesor Lester Pérez le proporcionó algunos nombres y direcciones de recién egresados.
Mejía se presentó a la casa de Cristhian Calderón y le dijo que el trabajo estaba seguro, pero como no tenía título tendría problemas; sin embargo, le explicó que por 300 dólares le conseguiría el empleo mediante el cual ganaría 15,000 córdobas por comisiones de ventas.
Atraído por la oferta, la víctima retiró de su cuenta bancaria 200 dólares y se los entregó a Mejía, quien le pidió copia de su cédula de identidad, pero el joven vio que el sujeto estaba nervioso, lo que lo alertó.
Cuando Calderón dio media vuelta, el tipo huyó, pero el universitario lo persiguió y con la ayuda de sus amigos lo capturó y lo entregó a la Policía.
Entre algunos comentarios tras la captura de Ebert, se le sindicaba como “El Zar de las estafas...”
Ante los periodistas Ebert Antonio Mejía admitió el delito y repitió la muletilla de otros delincuentes: “Lo hago porque no tengo trabajo”. Dijo que vive en San Benito y que hasta su captura solo había estafado a dos personas; sin embargo, el capitán Pedro Alexander Roque, primer oficial de investigación de la Dirección Auxilio Judicial de la Policía de Estelí, informó que ya tenía ocho denuncias.
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