El canciller de Costa Rica, Enrique Castillo, denunció ayer de forma pública que Nicaragua abrió a concesión trechos de mar que pertenecen a Costa Rica para la explotación petrolera.
El proyecto, denominado Petroleum Promotional Folder of Nicaragua se dio a conocer en el 2012 por el gobierno de Daniel Ortega.
La iniciativa ofrece, por medio de Internet, la concesión de bloques de territorio de mar para que se explore y explote petróleo, tanto en el mar Caribe como en el océano Pacífico.
Según la Cancillería, 18 bloques en el Pacífico y 55 en el Caribe ofertadas por Managua violan los límites fronterizos. Por tal razón, exigió que se frene la promoción del territorio tico, en lo que calificó como un acto de prepotencia propia de “una política expansionista”.
“Esto es una manifestación más de la política expansionista de Nicaragua, de la prepotencia en sus relaciones con Costa Rica. Un acto más de hostilidad y nosotros estamos respondiendo hoy (ayer) con una nota de protesta”, afirmó.
Consultado sobre el plan, el embajador de Nicaragua en Costa Rica, Harold Rivas, evitó dar su punto de vista. Se limitó a señalar que recibió la nota de protesta poco antes del mediodía.
“Lo único que hacemos es ser puente”, dijo Rivas al señalar que ya había enviado la nota al canciller de Nicaragua Samuel Santos.
Agregó que Costa Rica está en su derecho “de reclamar porque cree que usamos sus aguas, pero esperaremos una respuesta”.
Negocio a mar abierto. Según la información que dio Castillo, Nicaragua puso a disposición de los oferentes “toda su costa tanto en el Atlántico como en el Pacífico”. Según dijo, la información se confirmó “por empresas particulares” consultadas por Costa Rica.
Además, advirtió de que las empresas que ganen concesiones en porciones de mares costarricenses no recibirán ningún derecho de parte del país y, por el contrario, afirmó, se aplicarán los instrumentos legales que sean necesarios para defender el territorio tico.
Según información circulada por el gobierno de Ortega, los bloques de territorio marítimo pueden llegar a los 4.000 kilómetros cuadrados y podrían ser explotados a través de contratos de concesión, de producción compartida o “de cualquier otra modalidad contractual utilizada por la industria petrolera”.
¿Y los límites? El problema de los límites con Nicaragua vuelve a la luz ante la intención de este último de dar en concesión su mar. Sin embargo, ahora hay un nuevo elemento: no hay claridad sobre los límites marítimos con Managua.
A criterio de Castillo, el resultado del juicio en la Corte Internacional de La Haya por los límites marítimos del 2012 entre Nicaragua y Colombia modificó los acuerdos que el país suramericano tenía con Costa Rica y genera ahora dudas sobre las fronteras.
Ante esta posibilidad, Costa Rica ya había propuesto a Nicaragua aclarar las fronteras en el mar, pero, según Castillo, el gobierno de Ortega se negó en el 2005, lo que genera más complicaciones.
De momento, el gobierno de Laura Chinchilla esperará la respuesta de Ortega, en un nuevo episodio de problemas de vecinos.
El proyecto, denominado Petroleum Promotional Folder of Nicaragua se dio a conocer en el 2012 por el gobierno de Daniel Ortega.
La iniciativa ofrece, por medio de Internet, la concesión de bloques de territorio de mar para que se explore y explote petróleo, tanto en el mar Caribe como en el océano Pacífico.
Según la Cancillería, 18 bloques en el Pacífico y 55 en el Caribe ofertadas por Managua violan los límites fronterizos. Por tal razón, exigió que se frene la promoción del territorio tico, en lo que calificó como un acto de prepotencia propia de “una política expansionista”.
“Esto es una manifestación más de la política expansionista de Nicaragua, de la prepotencia en sus relaciones con Costa Rica. Un acto más de hostilidad y nosotros estamos respondiendo hoy (ayer) con una nota de protesta”, afirmó.
Consultado sobre el plan, el embajador de Nicaragua en Costa Rica, Harold Rivas, evitó dar su punto de vista. Se limitó a señalar que recibió la nota de protesta poco antes del mediodía.
“Lo único que hacemos es ser puente”, dijo Rivas al señalar que ya había enviado la nota al canciller de Nicaragua Samuel Santos.
Agregó que Costa Rica está en su derecho “de reclamar porque cree que usamos sus aguas, pero esperaremos una respuesta”.
Negocio a mar abierto. Según la información que dio Castillo, Nicaragua puso a disposición de los oferentes “toda su costa tanto en el Atlántico como en el Pacífico”. Según dijo, la información se confirmó “por empresas particulares” consultadas por Costa Rica.
Además, advirtió de que las empresas que ganen concesiones en porciones de mares costarricenses no recibirán ningún derecho de parte del país y, por el contrario, afirmó, se aplicarán los instrumentos legales que sean necesarios para defender el territorio tico.
Según información circulada por el gobierno de Ortega, los bloques de territorio marítimo pueden llegar a los 4.000 kilómetros cuadrados y podrían ser explotados a través de contratos de concesión, de producción compartida o “de cualquier otra modalidad contractual utilizada por la industria petrolera”.
¿Y los límites? El problema de los límites con Nicaragua vuelve a la luz ante la intención de este último de dar en concesión su mar. Sin embargo, ahora hay un nuevo elemento: no hay claridad sobre los límites marítimos con Managua.
A criterio de Castillo, el resultado del juicio en la Corte Internacional de La Haya por los límites marítimos del 2012 entre Nicaragua y Colombia modificó los acuerdos que el país suramericano tenía con Costa Rica y genera ahora dudas sobre las fronteras.
Ante esta posibilidad, Costa Rica ya había propuesto a Nicaragua aclarar las fronteras en el mar, pero, según Castillo, el gobierno de Ortega se negó en el 2005, lo que genera más complicaciones.
De momento, el gobierno de Laura Chinchilla esperará la respuesta de Ortega, en un nuevo episodio de problemas de vecinos.
Esteban Mata/LA NACION
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