La Policía busca la identidad de dos hombres que mataron este miércoles al colombiano Luis Fernando Hoyes Salas, de 47 años, quien vivía en Costa Rica, pero que se había trasladado a Estelí, a la casa de Humberto Toruño, con quien se conoció en el vecino país del sur, adonde él junto a otros colombianos administraban una finca donde se cosecha verduras.
Según Toruño, Luis Fernando Hoyes trabajaba como contratista de cosecha, y Jorge, su hermano, era el capataz de planta.
Toruño retornó a Estelí y perdieron la comunicación por ocho o nueve años, hasta en diciembre pasado, cuando le llamó por teléfono y le expresó que deseaba viajar a esta ciudad para buscar a un odontólogo que le elaborara unas prótesis dentales.
“Me llamó y me solicitó hospedaje y yo le indiqué que sí”, acotó Toruño.
Desde entonces se había quedado viviendo en su casa, donde presuntamente se dedicaba a comprar y a revender granos básicos.
Supuestamente, Hoyes Salas viajaba, desde la segunda quincena de enero, a municipios de Matagalpa, entre ellos Terrabona, donde hacía transacciones comerciales, pero tenía unos amigos con los que se contactó a través del teléfono móvil y era donde compraba parte de los granos.
Inclusive, dijo que Hoyes Salas le comentó que había comprado 700 quintales de frijoles y que los vendería. Con ese dinero, acotó, compraría maíz para revenderlo en junio.
“Yo nunca lo vi en casos indebidos mientras estuve en Costa Rica”, dijo Toruño.
Policía investiga
Hasta ahora no se ha dicho nada sobre el crimen, sin embargo, la Policía esteliana señaló que cuenta con varios indicios para esclarecerlo.
Aunque la Policía asegura que fue una sola persona la que actuó, algunos vecinos afirman haber visto a dos personas.
El crimen ocurrió en la casa del señor Humberto Toruño, donde también funciona una pulpería, y hasta donde llegaron los atacantes, según los testigos.
Uno de ellos, dijeron, es moreno, corpulento, vestía camiseta negra y jeans azulón, llevaba una gorra blanca y una camisa fondo blanco con rayas gruesas amarillas.
Mientras que el otro es un joven de entre 20 y 25 años, blanco, flaco, que andaba sin gorra y con el pelo gelatinoso liso y peinado hacia atrás.
Según Toruño, Luis Fernando Hoyes trabajaba como contratista de cosecha, y Jorge, su hermano, era el capataz de planta.
Toruño retornó a Estelí y perdieron la comunicación por ocho o nueve años, hasta en diciembre pasado, cuando le llamó por teléfono y le expresó que deseaba viajar a esta ciudad para buscar a un odontólogo que le elaborara unas prótesis dentales.
“Me llamó y me solicitó hospedaje y yo le indiqué que sí”, acotó Toruño.
Desde entonces se había quedado viviendo en su casa, donde presuntamente se dedicaba a comprar y a revender granos básicos.
Supuestamente, Hoyes Salas viajaba, desde la segunda quincena de enero, a municipios de Matagalpa, entre ellos Terrabona, donde hacía transacciones comerciales, pero tenía unos amigos con los que se contactó a través del teléfono móvil y era donde compraba parte de los granos.
Inclusive, dijo que Hoyes Salas le comentó que había comprado 700 quintales de frijoles y que los vendería. Con ese dinero, acotó, compraría maíz para revenderlo en junio.
“Yo nunca lo vi en casos indebidos mientras estuve en Costa Rica”, dijo Toruño.
Policía investiga
Hasta ahora no se ha dicho nada sobre el crimen, sin embargo, la Policía esteliana señaló que cuenta con varios indicios para esclarecerlo.
Aunque la Policía asegura que fue una sola persona la que actuó, algunos vecinos afirman haber visto a dos personas.
El crimen ocurrió en la casa del señor Humberto Toruño, donde también funciona una pulpería, y hasta donde llegaron los atacantes, según los testigos.
Uno de ellos, dijeron, es moreno, corpulento, vestía camiseta negra y jeans azulón, llevaba una gorra blanca y una camisa fondo blanco con rayas gruesas amarillas.
Mientras que el otro es un joven de entre 20 y 25 años, blanco, flaco, que andaba sin gorra y con el pelo gelatinoso liso y peinado hacia atrás.
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