Aunque el nerviosismo fue evidente entre los estelianos poco acostumbrados a los sismos, la tarde de este jueves hasta las primeras horas de la noche no se reportaban por parte de las autoridades daños materiales en viviendas o derrumbes de las carreteras en los seis municipios que conforman el departamento.
Las autoridades de la Dirección General de Bomberos y de la Cruz Roja esteliana, señalaron que no tenían reportes de daños.
La Policía, junto con las autoridades de la Defensa Civil mantienen estricta vigilancia en las zonas conocidas como Cuesta Kukamonga ubicada en el kilómetro 167 de la carretera panamericana norte, que une las ciudades de Estelí y Condega y en La Gavilana en el kilómetro 143 en el trayecto que comunica el municipio de La Trinidad y esta ciudad.
Róger Altamirano, un fotógrafo esteliano, dijo que se encontraba sentado en una banqueta del parque municipal y se llevó un tremendo susto. “Es la primera vez que siento esto” dijo.
Mientras que la joven Raquel Mejía, quien habita en el barrio Villa Esperanza, ubicado en la zona centro este de la ciudad detalló que se encontraba elaborando alimentos para la cena para su familia sintió que los utensilios de cocina se le movían de forma extraña y fue cuando se dio cuenta que el país era afectado por el sismo.
Con la declaración de alerta amarilla por parte del gobierno, los distintos organismos se mantienen en estrecha comunicación y prestos a atender cualquier emergencia que se pudiera registrar.
MAXIMO RUGAMA/END
Las autoridades de la Dirección General de Bomberos y de la Cruz Roja esteliana, señalaron que no tenían reportes de daños.
La Policía, junto con las autoridades de la Defensa Civil mantienen estricta vigilancia en las zonas conocidas como Cuesta Kukamonga ubicada en el kilómetro 167 de la carretera panamericana norte, que une las ciudades de Estelí y Condega y en La Gavilana en el kilómetro 143 en el trayecto que comunica el municipio de La Trinidad y esta ciudad.
Róger Altamirano, un fotógrafo esteliano, dijo que se encontraba sentado en una banqueta del parque municipal y se llevó un tremendo susto. “Es la primera vez que siento esto” dijo.
Mientras que la joven Raquel Mejía, quien habita en el barrio Villa Esperanza, ubicado en la zona centro este de la ciudad detalló que se encontraba elaborando alimentos para la cena para su familia sintió que los utensilios de cocina se le movían de forma extraña y fue cuando se dio cuenta que el país era afectado por el sismo.
Con la declaración de alerta amarilla por parte del gobierno, los distintos organismos se mantienen en estrecha comunicación y prestos a atender cualquier emergencia que se pudiera registrar.
MAXIMO RUGAMA/END
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